«Tumbado» … «Sentado» ….»Busca» … Son palabras que intentamos enseñar a nuestro cachorro desde su edad más temprana. No es fácil que un cachorro nos entienda así que tendremos que armarnos de paciencia y repetir, repetir y repetir.
La educación es: palabras y gestos
Para empezar, es importante hacer sesiones cortas con nuestro perrito, de unos 5 minutos por ejemplo.
La educación se basa en palabras y gestos: es importante mostrar al cachorro lo que se espera de él. Por ejemplo, para que se tumbe, hay que ponerle tumbado a la vez que pronunciamos la palabra «tumbado». Lo más importante es emplear siempre el mismo gesto para su misma palabra.
Recordemos que es importantísimo recompensarle cuando hace lo que se espera de él: puede ser con una chuche o con una caricia, eso siempre. Se sentirá bien y eso reforzará el aprendizaje.
La educación empieza por el dueño
Educar a su perro también es un asunto que afecta al dueño. El perro tiene que percibir a un dueño entusiasta y calmado. El cachorro debe ver frente a él a una persona feliz. Claro que podemos reñir a nuestro cachorro, pero siempre con suavidad. Cuando el perrito no hace caso, tal vez es porque no ha entendido bien la orden o porque está cansado. En este caso es mejor dejar el ejercicio y retomarlo en otro momento.