Cada pájaro es un mundo y debemos informarnos adecuadamente para proporcionarle a cada uno unas condiciones óptimas de vida.
Las dimensiones de la jaula
El tamaño de la jaula dependerá de la talla del pájaro y de cuántos pájaros vayan a convivir en ella. Si vivimos en un piso/apartamento, es aconsejable elegir una jaula pequeña; si tenemos espacio y un pájaro grande, podemos convertir una de las habitaciones en una pajarera. Siempre hay que intentar tener la jaula más grande posible para el bienestar de nuestro pájaro.
La forma de la jaula
Lo más conveniente es elegir una jaula cuadrada o rectangular. En este caso debemos ser más «formales» en cuanto a la estética porque las jaulas redondas o con un pico no están adaptadas.
La puerta de la jaula debe ser grande: nuestra mano con el pájaro deben entrar perfectamente.
Vigilaremos el sistema de cierre de la puerta de la jaula: debe ser un sistema sólido porque los loros pueden abrir las puertas de las jaulas con su pico.
Los barrotes en sentido vertical son adecuados, los horizontales no porque pájaros como el loro o los periquitos pueden colar sus alas entre los barrotes y quedarse bloqueados. Es conveniente elegir barrotes lisos, los no lisos pueden provocar irritaciones en las patas del pájaro. Será más fácil tener un fondo de jaula extraíble, nos facilitará la limpieza.
«Amueblar» la jaula
Lo que básicamente debe tener toda jaula son los siguientes elementos:
– Un comedero para el pienso y un comedero más para la fruta y la verdura. Que sean fáciles de limpiar, no los situaremos debajo del balancín para evitar que hagan sus necesidades en su propia comida.
– Un abrevadero.
– Dos o tres balancines, de plástico o de madera.
– Juguetes, sobre todo para los periquitos y los loros: una rama de madera, hojas, campanas, espejos, etc. Elegiremos uno o varios juguetes y los alternaremos, así nuestro pájaro no se cansará de ninguno.
– Un nido o una cajita donde el pájaro pueda refugiarse.
– Una bañera.
Mima tu amiguito de plumas y disfruta de su canto.