El chocolate, ese «alimento de los dioses» que vino a Europa de la recién descubierta América, se ha convertido en el ansiolítico moderno por excelencia. Desde el suave chocolate con leche de la merienda de los niños hasta el fuerte cacao negro de la repostería fina, el chocolate es sin duda un elemento clave en la alimentación occidental.
El chocolate se obtiene de la semilla tostada del árbol Teobroma cacao, cuyo nombre combina la palabra griega teobromina o «alimento de los dioses» y la palabra azteca cacao con la que los antiguos habitantes americanos se referían a dicho fruto.
En los humanos, el chocolate no solo gusta por su agradable sabor, sino que además tiene un efecto positivo en el estado anímico y en la salud por su contenido químico. Por un lado el triptófano presente induce la producción de serotonina, el neurotransmisor responsable de la sensación de felicidad y tranquilidad. El contenido de flavanoles en el chocolate ha sido recientemente relacionado con un efecto positivo en la prevención de enfermedades cardiovasculares y degenerativas. Otra sustancia presente en el chocolate, la anandamina, se le ha descubierto provocar la misma sensación obtenida tras el consumo de marihuana, si bien para ello hicieron falta grandes cantidades de chocolate.
La teobromina, el elemento peligroso
Otro componente del chocolate, clave para el tema que nos ocupa, es la teobromina. La teobromina es un alcaloide de la familia de las metilxantinas, que son metabolitos secundarios de las plantas sintetizados, generalmente, a partir de aminoácidos. La mayoría de los alcaloides poseen acción fisiológica intensa en los animales, incluso a bajas dosis, con efectos psicoactivos de diversa índole. Ejemplos conocidos son la cocaína, la morfina, la quinina y la cafeína. Como todos los elementos de esta familia, la teobromina tiene un efecto psicótico que, aunque moderado, puede llevar a intoxicación en casos de consumo en grandes cantidades.
Aunque los gatos son áun más sensibles a la teobromina que los perros, ciertamente se han reportado muchos menos casos debido a que los gatos no pueden detectar el sabor dulce, y por ello no tienden a comer chocolate.
La teobromina en los perros
Pero, ¿qué pasa en los perros con la teobromina del chocolate? Los perros se intoxican con cantidades muchos más pequeñas de chocolate que los humanos, dependiendo esta cantidad del tamaño y la sensibilidad particular del animal, así como del tipo de chocolate ingerido.
Sabemos que los distintos tipos de chocolate tienen distinto contenido en teobromina, variando desde el chocolate con leche, que tiene aproximadamente 2,3mg/g, hasta el chocolate de cobertura, que puede llegar a tener una concentración de 16mg/g.
National Geographic publicó hace unos años un diagrama en el que se puede calcular cuánto chocolate de distintos tipos (chocolate con leche, chocolate negro, etc) podrían comer perros de distintas razas para que fuera seguro y la cantidades a partir de las cuales aparecerían signos leves de intoxicación, tuviera convulsiones o estuviera en peligro la vida del animal.
Según el Manual Merk de Veterinaria, en general aparecen signos leves (vómitos y diarrea) en perros tras la ingestión de 20mg/kg (2mg de teobromina por kilo de peso vivo del animal); efectos cardiológicos con ingestiones de 40-50 mg/kg; las convulsiones aparecen con más de 60mg/kg y una onza de chocolate con leche por kilo de peso vivo es potencialmente letal en perros.
Actuación de la teobromina en el organismo del perro
La teobromina se absorbe rápidamente a través de la mucosa intestinal del animal hasta distribuirse por todo el organismo. Sufre metabolización a nivel hepático para ser finalmente excretada por el riñón. Tiene una vida media en perros de 17,5 horas.
La teobromina provoca una estimulación generalizada del Sistema Nervioso Central, taquicardia, diuresis y un aumento de la contractibilidad muscular y cardíaca.
Signos de la intoxicación por chocolate en perros
Los primeros signos de intoxicación se observan a las 6-12h de la ingestión de chocolate, e incluyen poliuria, vómitos, diarrea e intranquilidad. Estos signos progresarán a hiperactividad, ataxia, rigidez y convulsiones.
También pueden ir acompañados de taquicardia, taquipnea, cianosis, hipertensión, hipertermia e incluso coma. La muerte sobreviene normalmente por arritmias cardíacas, hipertermia o fallo respiratorio.
Tratamiento de la intoxicación en perros
La prioridad en el tratamiento de perros sintomáticos de intoxicación por teobromina será la estabilización, usando tranquilizantes en caso de convulsiones, la correspondiente medicación antiarrítmica en el caso de problemas del ritmo cardíaco, además de terapia de fluidos para acelerar la eliminación de la teobromina vía urinaria.
En el caso de animales que todavía no presenten signos, o bien si se ha diagnosticado la intoxicación de forma temprana, se deberá proceder a una descontaminación a través del vómito del chocolate ingerido o bien carbón activo si ya se encontrara en el tracto intestinal.
El lado positivo de la teobromina
Además de esa sensación de bienestar que nos otorga a los humanos el consumo de chocolate, que presenta un lado real como hemos visto anteriormente, pero también un lado psicológico derivado de la asociación que la mayoría hacemos entre el chocolate y los mejores días de nuestra infancia, los efectos de la teobromina la hacen potencialmente útil como posible tratamiento para la hipertensión e incluso como antitusivo, siendo en este último caso más efectiva que la codeína.
Pero una aplicación curiosa de la teobromina es el control de las poblaciones salvajes de cánidos (coyotes) que predan en el ganado originando cada año grandes pérdidas económicas en EEUU. Una conbinación de teobromina y cafeina ha demostrado ser tremendamente efectiva en ese control, además de ser un método económico y socialmente aceptado.
Lda. Susana Sierra Veterinaria Especialista Nutrición Animal
Lo pase muy mal, mi gato sufrió una intoxicación y fue realmente peligroso, menos mal que lo llevamos a un veterianario y lo pudieron salvar.