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Los profesionales del marketing de la comida para mascotas han descubierto que los consumidores no sólo se fijan en el dibujo bonito del paquete de pienso de su perrito o de su gatito sino que se compra la comida para mascota lo más parecida posible a lo que nos gustaría comer a nosotros.
La pirámide nutricional
Los consumidores estamos más informados sobre los problemas nutricionales que pueden padecer nuestras mascotas (obesidad, alergias…) porque son cosas que pueden afectar también a los humanos. Por eso, detrás de un paquete de pienso o en las latas, podemos ver la pirámide nutricional de un alimento.
Mejores imágenes
Se suele mostrar a los animales en su estado salvaje, para mostrar al consumidor que va a alimentar a su mascota como si estuviera en su hábitat natural. Se utilizan fotografías en los envoltorios que muestran animales y humanos y de la misma comida. Es lo primero que vemos cuando nos acercamos hacia un producto u otro. Una buena foto nos hace pensar : «tiene buena pinta… parece que está rico… parece muy sano…» Exactamente lo mismo que hacemos los humanos a la hora de elegir un artículo u otro para nosotros mismos.
Un poco de historia
Está cada vez más de moda observar y conocer la historia de la marca que compramos. Por ejemplo, nos preguntamos: «¿De dónde son? … ¿Cómo está hecho?» Para darnos una respuesta, las compañías ya exponen su información en los envoltorios, para conocerlos mejor y elegirlos sin dudar.
El idioma
Los consumidores elegimos comida para nuestra mascota muy variada, comida que contiene y que no contiene algunos ingredientes, lo mismo que hacemos cuando realizamos la compra para el resto de los miembros de la familia de dos patas. Por esta razón, las marcas de alimentación para mascotas exponen en sus envoltorios «sin trigo», «sin conservantes», «sin colorantes artificiales».
En definitiva… sí que nuestra manera de comprar el pienso para nuestras mascotas ha cambiado pero estamos muchísimo mejor informados y eso es muy bueno. Elijas el pienso que elijas, no olvides fijarte en los beneficios que aporta a tu mascota y en sus necesidades. Y, no menos importante, ¡que sea sabroso!