Existe la creencia extendida de que las embarazadas no pueden convivir con gatos por el peligro de contagio de la toxoplasmosis, ya que esta enfermedad puede provocar graves malformaciones en el feto.
Pero este miedo es debido a la falta de información adecuada, ya que, como vamos a ver, siguiendo unas normas de higiene básicas, no hay peligro de contagio.
Qué es la toxoplasmosis
La toxoplasmosis es una enfermedad infecciosa provocada por un parásito, llamado Toxoplasma gondii. La mayoría de los seres humanos que han pasado la toxoplasmosis no son conscientes de ello, ya que no han tenido síntomas ni les ha dejado secuelas. Sin embargo, si una mujer pasa la toxoplasmosis durante el embarazo, existe peligro de que el feto sufra malformaciones.
Por ello, al inicio de la gestación, suele hacerse una prueba para saber si la mujer tiene anticuerpos de la enfermedad, es decir, si ha pasado la toxoplasmosis. Si no es así, debe evitar comer carne poco hecha, verduras mal lavadas y embutidos.
La toxoplasmosis y los gatos
Además de por carne poco cocinada o verdura mal lavada, la toxoplasmosis puede contagiarse por estar en contacto con heces de gato y otros animales, pero no por acariciarle o jugar con él.
Un gato puede infectarse de toxoplasmosis si come carne cruda o caza animales vivos, por lo que es prácticamente imposible que un gato casero que come pienso o comida de lata se contagie.
Además, como la forma de transmisión es a través de las heces, siendo muy escrupulosos con la higiene, eliminaremos el riesgo de contagio. Debemos limpiar con mucha frecuencia la bandeja higiénica y siempre con guantes. Si queremos extremar las precauciones, que sea otra persona, y no la mujer embarazada, quien se encargue de la limpieza de la caja. También hay que tener en cuenta que, si tenemos jardín, debemos trabajar con guantes, por si el gato u otros animales han dejado ahí sus heces.
No abandones a tu gato
Como vemos, una embarazada puede convivir perfectamente con su gato, sin temor a contagiarse y sin que el feto sufra ningún peligro. La falta de información sobre qué es la toxoplasmosis y cómo se contagia es lo que ha llevado a que muchas mujeres den en adopción a sus gatos al quedarse embarazadas. Pero con unas simples precauciones, nuestra mascota no tiene que abandonar el hogar y puede seguir siendo parte de la familia.