No es fácil saber cómo hacer feliz a un perro pero, podemos buscar cómo detectar sus emociones: tu perro es dinámico, despierto, atento, mueve la cola cuando te ve, es entusiasta cuando le propones juegos, come bien, duerme bien, te obedece y se porta bien cuando no estas… todo eso significa que si, tu perro está feliz.
Si tu perro duerme mucho, te parece apático, no tiene ganas de nada, ladra mucho, lo destroza todo, no come bien… llévalo al veterinario, pueden ser síntomas de trastornos de comportamiento o de salud.
No existe ninguna fórmula mágica para hacer feliz a tu perro, simplemente hay que respetar algunas reglas de vida sana y mantenerlo en plena forma, física y psicologicamente.
Tu perrito necesita su rincón en casa… su camita, sus cuencos para comer y beber, una alimentación excelente y paseos de 20 a 30 minutos, que le vendrán estupendamente.
Es bastante fácil ofrecerle momentos para hacer deporte cuando se vive en una casa con jardín o si vives en un pueblo, pero cuando vives en ciudad o en un apartamento, hay que esforzarse más.
Las salidas cortas te permitirán acostumbrar a tu perro a la vida en ciudad (los ruidos, los coches, la gente, el bus, el tranvía etc.). Hazlo poco a poco y de manera positiva para que tu compañero coja confianza.
Si vives en un apartamento o si trabajas todo el día, es importante dejarle juguetes como huesos para morder o juguetes interactivos anti aburrimiento. Al volver a casa, lleva a tu perrito a dar un paseo en condiciones, ¡os relajará a ambos!
Si es posible, varias veces por semana, coge tu coche, sal de la ciudad y llévalo al campo, será un lugar seguro en el que podrá correr en libertad, jugar y quien sabe… conocer otros perros.
Un perro que vive en un apartamento puede ser muy feliz si le ofreces un poco de tu tiempo y de atención.