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Nos regalan amor incondicional, nos aportan beneficios, sobre todo a las personas que sufren traumas emocionales o alguna enfermedad mental… la zooterapia estudia esos beneficios.
Quizás haber ignorado la naturaleza en el pasado nos influencia hoy. Actualmente, pensamos que si hemos dejado de convivir con nuestros amiguitos de 4 patas, seguramente hayamos perdido muchos beneficios biológicos y psíquicos. La zooterapia estudia esos efectos positivos entre los animales y los humanos y nos reconecta con ellos.
Sabemos que las mascotas son muy importantes para el desarrollo emocional de los niños, reducen la ansiedad e incluso las mascotas pueden ayudar a personas que sufren depresión.
El perro, el mejor amigo del hombre, es probablemente la estrella de la zooterapia. Entre las personas que tienen perros, existe un índice más bajo de obesidad y de colesterol.
Los conejos son muy beneficiosos en los casos de niños autistas porque no necesitan muchos cuidados pero, a pesar de todo, estos niños toman la iniciativa de darles de comer, limpiarles, darles de beber, etc. Además, son muy suaves y se ha demostrado que acariciar un animal durante 10 minutos nos relaja y nos hace producir endorfinas.
Los caballos son geniales para las terapias con adolescente problemáticos o adolescentes que sufren traumas emocionales. Los caballos son muy sociables y viven en grupo, tienen ciertas reglas, igual que los humanos. La relación entre un humano y un caballo es muy fuerte e intensa porque existe contacto físico directo con el animal, nos inspira fuerza y seguridad.
Cuando existe una relación con un animal, es muy probable que las personas perdamos la vergüenza de relacionarnos con otras personas, nos conectamos de nuevo con los humanos. Los animales nos ayudan a relativizar nuestros problemas y hacen que nos sintamos queridos. No se sabe cómo funciona pero esta es la realidad: ¡funciona!